jueves, 8 de mayo de 2008

El blog está definitivamente cerrado. Disculpen las molestias.

¿¿SIGUES VINIENDO POR AQUÍ?? ¿¿TODAVÍA SIGUES VINIENDO POR AQUÍ?? ¿POR QUÉ LO HACES? CONVENDRÍA QUE TE LO PREGUNTASES...

(Habrá que tomárselo con humor...)



Un documento excepcional, que he encontrado en la Red. Su ironía nos hará esbozar una sonrisa. Su lucidez nos producirá un escalofrío. Es probablemente el resultado de una investigación rigurosa. O quizás sólo fruto del aburrimiento.

DECÁLOGO DEL BLOGGER CON PROBLEMAS DE AUTOESTIMA

1. Tu blog es tu prótesis, tu muleta. El objetivo es conseguir en la blogosfera lo que no eres capaz de conseguir por tus méritos en la vida normal. Que esto sea mentira no importa, si cierras los ojos con fuerza y repites las palabras mágicas, puedes hacerlo realidad. Se han dado casos de blogueros que creían en los Reyes Magos y a fuerza de repetirlo los han visto aparecer por su casa y les han dejado oro, incienso y mirra. Es triste, pero más triste es robar.

2. Lo que tú cuentas en tu blog es de extrema importancia. Tus textos son depuradas piezas de la más alta literatura. El que no hayas sabido escribir nunca no es óbice: tú eres de los que confunden la libertad de expresión con la falta de vergüenza. Por otro lado, si tu mundo literario se limita a esos libros que enuncias en tus preferencias es lógico que no escribas mejor: para saber escribir hay que aprender a leer. Pero no te preocupes, tendrás lectores a los que, como tampoco sabrán leer, les gustará lo que tú, que no sabes escribir, escribes.

3. El éxito del blog se mide en la cantidad de gente que lo lee y deja comentarios. Tu autoestima es tan frágil que te tienes que poner un contador para chequear las visitas. Seguro que a escondidas comparas tu contador con otros. La regla es siempre: la cantidad ante todo, la calidad es irrelevante. Que los comentarios sólo provengan de indocumentados o que todos los presentes en tu blog y tú configuréis un clan de ayuda mutua que se visita compulsivamente durante la mayor parte del día, no importa. En la blogosfera no se admite que nadie sea mejor que nadie. En la blogosfera Cervantes es igual que tú. O peor, si me apuras, que no le comentan tanto.

4. A los anónimos se los machaca. Da igual que tú te hayas puesto un nick como Flor de Té o El Supermiembro y que todo lo que cuentes en tu perfil sea estrictamente falso. Como tienes un nick ya estás “dando la cara”. De hecho, cuando quieres ser “malote” usas el nick suplente (o posteas como anónimo tú). ¡Qué astuto! Si lo que dice un anónimo es o no acertado es irrelevante: es un intruso, no es de los nuestros. Los de la secta nos reconocemos por el nombre que hemos recibido en nuestro Segundo Bautismo Cibernético. Esas cosas son sagradas.

5. Los comentarios no sirven para expresar una opinión, salvo que ésta sea infinitamente elogiosa. En ese punto, ningún exceso se considera inaceptable: el dulzor de los términos empleados puede crecer hasta el empalago y será tanto mejor. No se olvide que el blog no está para, digamos, producir buena literatura, sino para satisfacer el ego del bloguero, que siempre está necesitado de refuerzos. A cambio, el bloguero irá a tu blog y hará lo propio. A este proceso se le conoce como “Procedimiento Sr Lobo” (ya se sabe, “Caballeros, no empecemos a chuparnos las… tan pronto”). Digamos que el Sr Lobo no tendría mucho que hacer en la blogosfera.

6. Los blogueros ¡se dan premios entre ellos! La acumulación de galardones parece ser un objetivo en sí mismo, y siempre hay un lateral que cubrir con esas imágenes, normalmente no de muy buen gusto. Curiosamente, los blogueros se premian sólo porque van mucho por el blog del otro y el otro viene por el blog de uno, y, así, se quieren mucho y se gustan mucho y se lo manifiestan premiándose (se reúne el correspondiente jurado, formado por un solo miembro y lo decide en una, suponemos corta, sesión deliberatoria). Este hecho, por sí sólo, demuestra que la blogosfera es en realidad una Macro-Comunidad de Auto-Ayuda. Dinero que dejan de ganar los psiquiatras, en última instancia.

7. Todo el mundo sabe que el blogger es una persona equilibrada, satisfecha con su vida y que simplemente busca difundir el conocimiento entre sus semejantes y establecer amistades sólidas y bien fundadas. Por eso mismo nadie en su sano juicio puede pensar que el bloguero sea en realidad un solitario con problemas de relación, escasa actividad sexual y que busca de este modo, utilizando sabiamente los adelantos tecnológicos, pillar lo que buenamente pueda, aplicando el viejo truco de “aparentar” (vulgo, “tirarse el folio”). Es cierto que eso se dice por ahí, pero no es nuestro caso, ¿verdad, blogueros?

8. De igual modo, sugerir que el escribir en blogs ajenos y propios es una actividad esencialmente onanista es exagerado. De hecho, los blogueros siguen practicando asiduamente la masturbación. Los más avezados la llaman “sexo virtual”.

9. La vida de los blogs es siempre corta y el aburrimiento acaba por imponerse. La oferta es demasiado amplia. Estate preparado para cuando pasen tus quince minutos de gloria cibernética. Te quedan tres, dos, uno…

10. No lo olvides nunca: la única persona que no estaba equivocada respecto de ti era tu abuela. Eres guapísimo, y los demás (especialmente tu ex) no te merecen. La prueba está en lo bonito que te ha salido el blog y la cantidad de gente que te repite lo guay que eres. Las abuelas de ellos también estaban en lo cierto: son guapísimos. Todos sois guays. Qué suerte que se haya inventado Internet. Si no, no os hubieseis conocido.

COROLARIO: Si tu reacción al leer esto es de profunda cólera hacia el que lo escribió y deseas atacarlo personalmente (no rebatiendo sus argumentos, sino acusándole de muchas cosas feas y/o mentándole la madre) es muy posible que tengas problemas reales de autoestima. En ese caso, permanecer en la blogosfera está contraindicado para tu trastorno. Es posible que precises de ayuda profesional.